La Biblia en sus Tradiciones

Proverbios 23,31–24,22

RV

31 No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en el vaso: Entrase suavemente;

32 Mas al fin como serpiente morderá, Y como basilisco dará dolor:

33 Tus ojos mirarán las extrañas, Y tu corazón hablará perversidades.

34 Y serás como el que yace en medio de la mar, O como el que está en la punta de un mastelero.

35 Y dirás: Hiriéronme, mas no me dolió; Azotáronme, mas no lo sentí; Cuando despertare, aun lo tornaré á buscar.

24,1 NO tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos:

24,2 Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad hablan sus labios.

24,3 Con sabiduría se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará;

24,4 Y con ciencia se henchirán las cámaras De todo bien preciado y agradable.

24,5 El hombre sabio es fuerte; Y de pujante vigor el hombre docto.

24,6 Porque con ingenio harás la guerra: Y la salud está en la multitud de consejeros.

24,7 Alta está para el insensato la sabiduría: En la puerta no abrirá él su boca.

24,8 Al que piensa mal hacer Le llamarán hombre de malos pensamientos.

24,9 El pensamiento del necio es pecado: Y abominación á los hombres el escarnecedor.

24,10 Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.

24,11 Si dejares de librar los que son tomados para la muerte, Y los que son llevados al degolladero;

24,12 Si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿No lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.

24,13 Come, hijo mío, de la miel, porque es buena, Y del panal dulce á tu paladar:

24,14 Tal será el conocimiento de la sabiduría á tu alma: Si la hallares tendrá recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada.

24,15 Oh impío, no aceches la tienda del justo, No saquees su cámara;

24,16 Porque siete veces cae el justo, y se torna á levantar; Mas los impíos caerán en el mal.

24,17 Cuando cayere tu enemigo, no te huelgues; Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón:

24,18 Porque Jehová no lo mire, y le desagrade, Y aparte de sobre él su enojo.

24,19 No te entrometas con los malignos, Ni tengas envidia de los impíos;

24,20 Porque para el malo no habrá buen fin, Y la candela de los impíos será apagada.

24,21 Teme á Jehová, hijo mío, y al rey; No te entrometas con los veleidosos:

24,22 Porque su quebrantamiento se levantará de repente; Y el quebrantamiento de ambos, ¿quién lo comprende?